En invierno la piel sufre cada día por los cambios de temperatura que ocasiona pasar del frío de la calle al calor que origina la calefacción en las casas, oficinas y establecimiento. Esta constante variación de temperaturas provocan continuas vasoconstricciones y vasodilataciones en la piel y la consecuencia es la aparición de capilares dilatados o cuperosis.
vía Noticias de Salud – Yahoo! Noticias