La exposición durante el embarazo a productos químicos utilizados como retardantes de fuego -al fabricar materiales ignífugos- ha sido vinculada con el bajo peso al nacer de los bebés, según un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Universidad de California en Berkeley (Estados Unidos). En la investigación, que ha sido publicada en la revista especializada ‘American Journal of Epidemiology’, los científicos descubrieron que por cada aumento de diez veces en los niveles de éteres de polibromodifenilos (PBDEs) en la sangre de la madre durante el embarazo, el peso del bebé caía 115 gramos.