Ahora le toca mover ficha, alguna ficha, a Pedro Sánchez. Entiendo que Pablo Casado ha hecho, con la destitución de Cayetana Alvarez de Toledo y la potenciación de Martínez Almeyda, un movimiento que por lógica debe aproximar al PP a un proceso de pactos con el Gobierno. Son necesarios y pienso que no cabe pararse ahora en barreras ideológicas o conceptuales: el país vive un momento de serio riesgo por demasiados motivos y en demasiados terrenos. Ahora tiene que ser Sánchez quien corresponda con movimientos similares: removiendo a los más belicosos de su partido, comenzando por su portavoz parlamentaria, y colocando a gentes más capaces de dialogar con el rival político, al que ahora se considera aún como un enemigo.
vía Europa Press – Resultados de búsqueda