Johana Castro Salazar, una joven de 28 años, ha relatado las secuelas que le causó contagiarse por coronavirus el verano pasado, cuando acabño ingresada más de 45 días en la UCI y tuvo que someterse a un coma inducido. “Muchas veces pensé que iba a morir”, ha confesado la joven, que un año después aún sufre las secuelas que le dejó la enfermedad y no ha podido reincorporarse a su trabajo.
vía Europa Press – Resultados de búsqueda