De un Gobierno que valida la sustracción de la propiedad legítima de los ciudadanos, los ahorros en A de quienes vivieron por debajo de sus posibilidades y que hoy precisan de esa reserva tan vilmente escamoteada para sobrevivir a las calamidades que ese mismo Gobierno ha desencadenado, puede esperarse cualquier cosa, bien que sólo del género de lo malo y de lo peor.
vía Europa Press – Resultados de búsqueda