La Generalitat ha tomado el mando de la dirección del Hospital Sant Pau de Barcelona, tras destituir al gerente del centro, Jordi Varela, con el objetivo de seguir de cerca las cuentas del hospital, que el año pasado acumuló un déficit de 18 millones de euros y se vio obligado a suspender la aplicación de un expediente de regulación de empleo (ERE) vigente desde noviembre por una denuncia de los trabajadores.