En este sentido, ha dicho que “se trata de un edificio que no ha sido objeto de mejoras en veinte años, sin ir más lejos, los aseos no cumplen las más mínimas normas de higiene o sanidad, e incluso existen dos aparatos secamanos que se compraron en la época de Maldonado y que han permanecido guardados hasta quedar obsoletos, mientras los niños tenían que secarse con papel higiénico”.
vía Europa Press – Resultados de búsqueda