Barcelona, 11 ago (EFE).- Montse Ferrer es electrohipersensible, una patología aún no reconocida clínicamente que le ha obligado a trasladar la cama al comedor, porque su dormitorio está a 23 metros de una antena telefónica, ubicada en un edificio contiguo, que emite microondas que le provocaban constantes cefaleas y golpes de calor.