Cuántas veces nos hemos sentido Cenicientas al salir de una fiesta, deseando perder los zapatos y caminar descalzas por la calle…sin que nuestro príncipe azul se espante al ver esa estampa!
Descalzarse nada más entrar en casa es uno de los placeres ocultos de la vida de toda mujer.
vía Europa Press – Resultados de búsqueda