Madrid, 5 abr (EFE).- Una terapia que utiliza un virus "escondido" en una célula que hace de "taxi" para trasladarlo hasta el tumor y destruirlo, a la vez que estimula el sistema inmunológico del paciente, ha demostrado su seguridad (falta de toxicidad) en niños con neuroblastoma, un cáncer infantil muy agresivo.