Barcelona, 13 ago (EFE).- Inés Grau, una joven catalana de 24 años, nunca pensó que un día llegaría a subir los 5.895 metros del monte Kilimanjaro, pero el diagnóstico a los 17 años de edad de una esclerosis múltiple le cambió la vida hasta el punto de superar “el miedo” y cumplir el reto de ascender al punto más alto de África.